DE LA WEB 1.0 A LA WEB 3.0



Hace ya más de 15 años que nacieron las primeras páginas web en Internet. Desde sus inicios, a mitad de la década de los noventa, hasta acabado el primer bienio del nuevo siglo la mayoría de webs eran pasivas. Se trataba de páginas estáticas que se limitaban a mostrar contenido informativo al internauta, limitando por completo la participación de este último.


Fue un periodo de mera información, donde las empresas se ceñían a mostrar datos propios y catálogo de productos. También en esa época abundaban las páginas personales donde los pioneros de la web escribían sobre sus temas favoritos y mostraban fotos de sus aventuras a modo de galería. A ello contribuyeron sin duda programas como FrontPage, que facilitaban enormemente la creación de páginas web de una forma sencilla.


Este tipo de web se conoce como Web 1.0 y sirvió para dar a conocer y mostrarnos a nivel mundial. Lo que hasta ese momento era una quimera ya estaba al alcance de cualquiera. Sólo el idioma y el número de internautas limitaban esta acción en la práctica. Hay que tener en cuenta que al principio, en el año 1995, el número de webs existentes a nivel mundial no superaba el cuarto de millón y el número de internautas quedaba por debajo de los 50 millones.


Ya en el año 2001 se acuña la expresión Web 2.0, aunque en la práctica pasarían un par de años para que este concepto se reflejara de forma más explícita. Se trata de un nuevo tipo de web, donde el usuario o internauta puede de manera activa interactuar y participar con el propietario del sitio y también en el contenido de la web.


Una web inteligente, geo-localizada y por supuesto específicamente adaptada al entorno móvil


Con la web 2.0 se abre un campo espectacular, sobre todo para la empresa y el comercio. Es una web participativa, donde podemos participar con nuestros comentarios, sugerencias, valoraciones, etc. Nacen los foros de participación, abundan los formularios de valoraciones, se hacen encuestas online, etc. Es el momento del cambio para las empresas, sobre todo en lo que respecta al comercio electrónico que dispara sus ventas.


En toda esta revolución juega un papel importante los avances en programación, dejando anticuado el clásico lenguaje htm y surgiendo nuevos como Php4, Mysql, Ajax y Html5, que se estandarizan como modelo para elaborar la web 2.0, dada la ventaja de ser programación de código abierto. También, el abaratamiento de los servicios de alojamiento hace que se dispare el número de páginas web. Asimismo, la aparición de la banda ancha junto a la rebaja de precios del servicio de conexión y, como no, la oferta de nuevos equipos, portátiles, tabletas y móviles, que dispone el usuario, hacen que el número de estos crezca de manera imparable.


El próximo paso está a la vuelta de la esquina, la web 3.0. Acerca de ella habló Tim O’Reilly el pasado año en varias de sus conferencias y la bautizó como “web de sensores”. Será un modelo de web inteligente, geo-localizada y por supuesto específicamente adaptada al entorno móvil. Se trata de ofrecer un servicio personalizado y en el momento que el usuario lo requiera.


Un ejemplo de web 3.0 podría ser la aplicación para iPhone y Android que ofrece la web de aparcamientos públicos de San Francisco (sfpark.org) y que permite encontrar la plaza de aparcamiento libre más cercana a nuestra ubicación.


Redacción
Diciembre 2012
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