RESFRIADOS, MUCOSIDAD Y TOS



Cómo aliviar los efectos del resfriado de forma natural

Durante la época invernal es bastante frecuente padecer catarros, resfriados e incluso gripe. Es normal, pues, que suframos trastornos de tos con abundante mucosidad. Estos procesos suelen ser molestos y la par resultan difíciles de eliminar.


Los pulmones hacen que el oxígeno entre en el torrente sanguíneo. El aire que respiramos circula a través de unos tubos conocidos como bronquios y bronquiolos. Estos órganos, encargados de transportar el aire, están revestidos de unas membranas con una capa de mucosidad que los recubre.
Este revestimiento mucoso tiene la finalidad de atrapar partículas no deseadas, como el polvo, las bacterias y virus, tratando de evitar que estas entren en el tracto respiratorio y ayudando de esta forma al organismo a protegerse de agentes externos nocivos.


En la medida que nuestro aparato respiratorio se ve más afectado por estos agentes, más moco produce, en un intento de atraparlos y ayudar a combatir la infección. Este aumento de la mucosidad provoca a su vez que se active un reflejo de la tos, al intentar eliminar el exceso de mucosidad mediante la expectoración.


Por ello, en los casos de resfriado común, la tos y la mucosidad son signos que el organismo utiliza como defensa.  Por tanto debemos seguir un tratamiento que ayude a aliviar y disminuir los efectos molestos que provoca esta afección. Lo ideal en este caso es recurrir a remedios naturales como los que enumeramos a continuación:


Uso de plantas medicinales

Mediante el uso de infusiones que ayuden a fluidificar la mucosidad facilitando la expectoración. He aquí algunas de ellas:


  • Llantén. Ideal para infecciones respiratorias. Con propiedades antiinflamatorias y alto contenido en mucilago. Se utiliza para problemas de laringitis, catarro y faringitis. Como infusión para la  tos y bronquitis.
  • Corteza de sauce. Posee diversas virtudes terapéuticas, entre las que cabe destacar sus efectos analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos (antitérmico, antifebril).
  • Eucalipto. Conocidas son sus propiedades benefactoras que actúan sobre el aparato respiratorio. Muy indicado para descongestionar y para combatir infecciones respiratorias.
  • Yemas de abeto. Poseen propiedades balsámicas y alto poder descongestivo de las vías respiratorias. Es un eficaz remedio para combatir gripe, resfriado, sinusitis, faringitis, bronquitis y también el asma.
  • Malvavisco. Esta planta es utilizada con fines medicinales entre los que se incluyen los relativos a problemas respiratorios: bronquitis, asma, resfriados, tos, irritación mucosa y otros.

Oligoelementos, como complemento al tratamiento natural y que nos ayudará a reforzar nuestro sistema inmunitario. Los oligoelementos son elementos químicos, en su mayoría metales, presentes en muy pequeñas cantidades y que resultan esenciales para nuestro organismo. Entre ellos cabe destacar el cobre-oro-plata y manganeso-cobre.


Alimentación adecuada. Es importante procurar la ingesta de determinados alimentos ricos en vitaminas C, A y E, que favorecerá la lucha del organismo contra los agentes nocivos. Entre los alimentos ricos en vitamina C cabe destacar los cítricos (naranja, mandarina, limón), kiwi, pimiento rojo, guayaba, brócoli, espinacas, coles de Bruselas, coliflor, pomelo.  Alimentos ricos en vitamina A, como la leche y derivados lácteos, la zanahoria, espinacas, col, lechuga, calabaza, albaricoque, mango, melón. Por su parte, la vitamina E la encontramos en alimentos como espárragos, tomates, acelgas, melocotón, aguacate, frutos secos (almendras, pistachos, nueces, cacahuetes, avellanas),  maíz, aceitunas, aceite de soja.


Otros recursos naturales. La cebolla y el ajo son grandes aliados contra el resfriado. Su consumo en ensaladas y guisos aportan sustancias benefactoras al organismo en su lucha contra los agentes nocivos. El ajo que aporta propiedades antibacterianas y en especial la cebolla, con amplios beneficios para el tracto respiratorio y que podemos preparar a modo de infusión o caldo. Para ello trocearemos una cebolla grande (aprox. dieciseisavas partes), que añadiremos en un litro de agua. Dejaremos que hierva y mantendremos el hervor durante unos cinco minutos, hasta que el caldo adquiera una tonalidad verdosa. Luego, después de enfriar, tomaremos el caldo, en tomas de unos 200/250 ml., dos o tres veces al día.


También podemos, mientras hierve, realizar inhalaciones del vapor, que servirán para limpiar nuestras vías respiratorias.


Por supuesto, el resfriado común, la mucosidad y la tos también pueden ser causados por agentes distintos a los corrientes y conocidos. Por ello, ante cualquier duda es necesario consultar al especialista médico, quien debe diagnosticar y administrar el tratamiento terapéutico adecuado.


En todo caso, usted debe acudir a su médico habitual si:


Mantiene una fuerte tos que no mejora al cabo de 7 días.
Sufre una tos persistente que dura más de 3 semanas.
Siente dificultades para respirar.
Sufre dolor pectoral al toser.
Tiene fiebre durante más de un día.
Expectora moco con mal olor.
Tose con sangre.


 Equipo de redacción
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