PUEDE QUE PADEZCAS NOMOFOBIA Y NO LO SEPAS



¿Encadenado a tu móvil?

Hoy vemos como normal a gente que, en cualquier lugar, hace uso del móvil, sea para llamar, “wasapear”, escuchar música, jugar, etc. El móvil se ha convertido en un aparato indispensable para la mayoría de la gente. Es como si llevaras un pequeño ordenador que te permite tantas o más acciones que el de sobremesa.


Hasta ahí, nada que reprochar. El avance tecnológico es imparable y conviene beneficiarse de ello. Sin embargo, cuando el uso de un dispositivo, sea del tipo que sea, se convierte en una necesidad sin la cual no se puede llevar a cabo una vida normal, entonces hay un problema. Más que un problema, se trata de una adicción que, al igual que otras que padece el ser humano, no será reconocida por el que la sufre.


Se conoce como “nomofobia” a la adicción al teléfono móvil. Se trata de un irracional miedo a salir sin el móvil de casa. El móvil, tal vez sin saberlo, se convierte en una pieza fundamental en el quehacer diario de la persona. Como si faltara un órgano vital del cuerpo que hace que el individuo no pueda desarrollar su vida de forma normal.


Se conoce como “nomofobia” a la adicción al teléfono móvil. Se trata de un irracional miedo a salir sin el móvil de casa.


Esta anomalía puede llegar a convertirse en una enfermedad que deberá tratarse médicamente. Por ello es conveniente que sepamos hasta qué punto somos adictos a este artefacto.

Si te llevas el móvil cuando te vas a dormir, porque estás pendiente de recibir el último mensaje. Si cuando te despiertas lo primero que haces es ver los mensajes que has recibido. Si contestar un mensaje es una necesidad imperiosa. Si continuamente te preocupa quedarte sin batería. Si vas al baño acompañado siempre de tu móvil. Si te preocupa en exceso haber olvidado el móvil cuando sales de casa e incluso vuelves a por él. Si cambias con frecuencia de móvil para estar a la última.


¿Te sientes identificado con varías de estas últimas aseveraciones? Entonces eres un adicto al móvil y puede que sufras “nomofobia”. No estaría de más que te replantearas hacer el siguiente experimento. Coge tu móvil y apágalo todas las noches cuando te vayas a dormir.


De igual forma apaga tu móvil durante el fin de semana. Sí ambas cosas las puedes hacer sin problema, se puede asegurar que dominas la situación y no corres peligro de sufrir adicción. Si por el contrario no eres capaz de llevar a cabo ninguna de las anteriores propuestas, plantéate seriamente acudir a un profesional médico, antes de que sea demasiado tarde.


Las adiciones no son ninguna broma. Sean del tipo que sean, todas conducen a la destrucción de la persona. Y lo peor es que, siempre, el que las padece no es consciente de ellas. Al principio se toman como un juego que luego acaba siendo un problema de graves consecuencias. Un problema que en muchos casos no sólo afecta al individuo enfermo, sino también al entorno que le rodea y que lo padece.


Rina García
Diplomada en enfermería y terapias alternativas.
Septiembre 2017
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