PINTAR LA CASA POR DENTRO



Consejos y sugerencias para pintar la casa por dentro

La vivienda que habitamos necesita ser pintada cada cierto período de tiempo. Este trabajo, que suele realizarse cada 3 o 4 años, puede resultar bastante pesado para la persona que no está acostumbrada a este tipo de labor.


Sin embargo es muy común que el residente la lleve a cabo por si mismo, dado el ahorro que supone en mano de obra.


A continuación vamos a proporcionar una serie de consejos con la finalidad de pintar la casa por dentro y de que el trabajo de pintor ocasional pueda resultar más agradable y entretenido, además de conseguir que los resultados sean mucho más satisfactorios.


 

Herramientas y útiles de trabajo para pintar la casa

Los utensilios para pintar el interior de nuestra casa son pocos, por lo cual es recomendable que los que utilicemos sean de calidad, sobre todo en lo referente a brochas y rodillos.


a) Brochas.- Será preciso disponer de al menos dos brochas de distinto tamaño, para esquinas y zonas de acabado y remate. Ambas planas, de 10 cm. y de 4 cm. aproximadamente. En cuanto a las cerdas se recomienda las fabricadas con pelo de cerdo natural, aunque también dan buenos resultados las mixtas, con mezcla de poliéster.


b) Rodillo.- También en este caso sería ideal tener dos. Uno de ellos de un ancho aproximado de 25 cm. para techos y paredes, y otro más pequeño de unos 6 cm. para los detalles. Es importante que el mango del rodillo mayor sea cómodo y permita acoplar algún tipo de extensión que nos permita llegar con facilidad a zonas de altura y techos. Por lo general los rodillos de lana natural o sintética son los más recomendables, siendo los de pelo corto ideales para paredes lisas.


c) Bandeja para pintura.- Este utensilio, que suele ser de plástico, es el que nos permitirá mojar y rodar el rodillo para imprimirlo de pintura.


d) Espátula.- Esta herramienta la precisaremos para rellenar grietas, agujeros y demás desniveles que pudieran haberse producido en las paredes y techos. También la podremos usar para arrancar gotas secas del suelo.


e) Cinta de carrocero. Esta cinta adhesiva de “papel” es muy útil para evitar manchar los marcos de las puertas y ventanas.


f) Plástico para tapar muebles. Es muy práctico y necesario, ya que se evita manchar los muebles y otros enseres.


g) Gafas protectoras. Son necesarias a la hora de pintar los techos, ya que se protege la vista de posibles gotas que pudieran caer sobre los ojos.


h) Escalera en forma de A. La necesitaremos para acceder a los lugares altos.


i) Guantes y ropa de trabajo. Aunque opcional no está de más utilizar guantes para proteger la piel y por supuesto ropa adecuada que no nos importe manchar.


Y, además de la pintura, también necesitaremos pasta de yeso para tapar grietas e imperfecciones.

 


Planificando el trabajo

Decidiremos el orden en que pintaremos las estancias de la casa, empezando por las más amplias. Pero antes de pintar deberemos proceder en el caso de que existan grietas o desigualdades a tapar dichas grietas, agujeros y a igualar las imperfecciones del techo y paredes. Este trabajo lo llevaremos a cabo mediante masilla o pasta de yeso, ayudándonos con una espátula o llana para su aplicación.


Una vez tengamos las paredes y techo dispuestos para pintar debemos determinar el orden a pintar, empezando por el techo, esquinas superiores horizontales, esquinas laterales verticales, bordes de puertas y ventanas, paredes y por último el zócalo o parte inferior horizontal de la pared.


Para que nuestro trabajo de pintura quede de forma profesional, debemos extender la pintura de manera uniforme sobre toda la superficie. Hemos de evitar que gotee y que salpique otras zonas.


Para ello debemos procurar que la carga de pintura sea la adecuada, ya que si cargamos en exceso, escurrirá y goteará, y si por el contrario ponemos poca pintura, dejaremos huellas y espacios sin cubrir, quedando la zona mal pintada, con una cobertura incompleta.


Trate de pintar aprovechando la luz solar y evite en la medida de lo posible la luz artificial, con el fin de evitar sombras que incidan en un mal acabado.


 

Consejos básicos

Al pintar debemos considerar el proceso en tres etapas:


1.- Aplicación de la pintura.
2.- Distribución uniforme.
3.- Alisado y acabado parejo.


Al principio puede resultarnos un poco complicado, pero a medida que vayamos adquiriendo práctica, lograremos un mejor acabado y a la par economizaremos material.


Estos diez consejos que se citan a continuación son básicos y nos ayudarán a mejorar la técnica de pintar.


  1. Es importante sumergir la brocha hasta un tercio de la longitud de las cerdas. Si la sumergimos más se cargará en exceso de pintura y goteará. Después de cargar la brocha golpee ligeramente las cerdas contra un lado del bote de pintura, con el fin de quitar el exceso de pintura.
  2. Cuando pinte las orillas use el borde estrecho de la brocha, presionando solo lo justo para flexionar las cerdas. Aplique pasadas largas y lentas y pinte de seco a húmedo, para evitar que queden huellas de las pasadas.
  3. Al pintar las esquinas de las paredes use el lado ancho de la brocha y pinte las zonas descubiertas y las orillas antes de que seque la pintura, con el fin de que no queden marcas de las pasadas.
  4. Si ha de pintar zonas amplias con brocha, aplique la pintura mediante dos o tres brochazos en diagonal. Luego distribuya la pintura uniformemente y horizontalmente, colocando la brocha en ángulo de 45º y presionado justo lo suficiente para flexionar las cerdas.
  5. Corra la brocha verticalmente sobre la superficie pintada, de arriba hacia abajo. Procure que los brochazos sean ligeros y levante la brocha cuando finalice cada brochazo. Tenga en cuenta este punto sobre todo cuando utilice pintura de secado lento, como por ejemplo las pinturas con base de aceite.
  6. Antes de utilizar el rodillo para pintar tenga dispuesta una bandeja especial para pintar o bien un recipiente amplio -unos 20 l.- que le permita adaptar una rejilla para rodar el rodillo. De esta manera, cuando cargue el rodillo con pintura podrá rodarlo y hacer que la pintura se distribuya uniformemente. El rodillo debe impregnarse adecuadamente y evitar que gotee.
  7. Una vez cargado el rodillo, ruédelo sobre la pared con pasadas lentas y hacia arriba, en la primera pasada, para evitar derramar y salpicar pintura. Una técnica utilizada es la de hacer una especie de “W” de un metro de largo sobre la pared.
  8. En la segunda pasada ruédelo verticalmente, de forma recta de arriba hacia abajo, y desde el extremo superior de la primera pasada, para descargar completamente la pintura. Si aprecia que el rodillo empieza a hacer ruido vuélvalo a cargar, ya que es probable que necesite más pintura.
  9. Alise la zona pintada tirando ligeramente del rodillo, de forma vertical hacia abajo. Luego levante el rodillo y vuelva a la parte superior.
  10. Utilice la brocha y pinte las esquinas y bordes lo más pronto posible, con el fin de evitar las marcas del rodillo, ya que las zonas pintadas con brocha secan de forma diferente a las aplicadas con rodillo, produciendo un acabado diferente. Si dispone de ayuda, distribuya este trabajo entre los dos.

© Cimental
Experto profesional en bricolaje
Noviembre 2012
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