¿QUÉ ES EL TEXTING O TEXTEO?



Mensajes de texto en exceso, su abuso y problemática

La profusión del WhatsApp como correspondencia escrita

El texting, vocablo de procedencia anglosajona, que podría traducirse literalmente como ‘texto en movimiento’ o ‘texto en acción’, se aplica en la práctica a los problemas producidos por la utilización en exceso de los teclados de los terminales móviles, empleados con el fin de crear mensajes de texto para comunicarse.


Desde la aparición de la telefonía móvil digital, cabía la posibilidad de, además de hablar, enviar mensajes de texto corto, que recibiría el destinatario en su teléfono móvil. El pequeño costo, comparado con el de la llamada tradicional, fomentó el uso de esta forma de comunicación, sobre todo a nivel de personas jóvenes. La limitación del total de caracteres permitido en estos primitivos mensajes conocidos como SMS (servicio de mensajes simples) provocó una tendencia que, a la vez que agudizaba el ingenio para concentrar en pocos caracteres lo que se pretendía decir, también causó un deterioro gramatical y una querencia hacia la abreviación sin atenerse a reglas establecidas.


Actualmente, la tecnología pone a nuestra disposición cualquiera de los métodos de comunicación. Desde la realizada a través de videoconferencia hasta la clásica escrita.


Con el avance tecnológico, los SMS han quedado atrás, pero no así el hecho de utilizar los nuevos terminales como medio de comunicación escrita. La ausencia de limitación en el número de caracteres a manejar en los mensajes ha potenciado su uso y son infinidad los usuarios que utilizan la escritura para mantener, llamémosles, conversaciones escritas.


Quede claro que la comunicación escrita no es mala de por sí. Durante muchos años fue la única forma que se utilizaba para la comunicación a larga distancia. La olvidada carta era la manera habitual de comunicarse con personas que no residían cerca. También es cierto que uno no se carteaba con el vecino, ni siquiera con el amigo que vivía al otro lado de la ciudad.


Posteriormente, el teléfono fue restando protagonismo a la correspondencia postal, siendo el medio preferido para la comunicación, esencialmente la informal. La palabra iba sustituyendo a la escritura.


Actualmente, la tecnología pone a nuestra disposición cualquiera de los métodos de comunicación. Desde la realizada a través de videoconferencia hasta la clásica escrita.


Está demostrado científicamente que el texting o texteo ocasiona problemas de carácter ergonómico.  La tendinitis es tal vez la más habitual.


Problemas físicos que ocasiona el texting

Los avances tecnológicos de todo tipo siempre traen consigo algún coste social o personal, ocasionado normalmente por el mal uso que se hace de los mencionados avances. Referido al coste personal, podría dividirse este en físico y psíquico. En lo relativo al aspecto físico, está demostrado científicamente que el texting ocasiona problemas de carácter ergonómico.


La tendinitis es tal vez la más habitual. Afecta al dedo pulgar y también al resto de dedos utilizados, que a su vez puede proyectarse a la muñeca y antebrazo. Zonas afectadas que pueden sufrir desde inflamación y dolor, hasta adormecimiento, debilidad y cansancio. Este tipo de dolencia, conocida como lesión por esfuerzo repetitivo, puede provocar la necesidad de tratamiento especializado para subsanarla, la mayoría de veces mediante terapia ocupacional y rehabilitación fisioterapéutica, sin descartar en algún caso la posibilidad de intervención quirúrgica.



Cierto que los teléfonos inteligentes suelen disponer de entradas predictivas que simplifican el ingreso de palabras, pero también ocurre que los más modernos, al disponer de pantalla mayor, hace que las distancias entre pulgares se agranden y aumente la tensión.


Lógicamente, el problema se produce cuando se abusa en exceso. No obstante la dolencia está ahí y por desgracia afecta a un considerable número de jóvenes que no aprecian momentáneamente las molestias, pero que se verán afectados en el futuro por el síndrome de De Quervain.


Pero, además, de lo relacionado con los dedos también se pueden producir trastornos posturales que afectan al cuello y columna, así como a la vista. En los dos primeros, derivado de posiciones anómalas, durante periodos de tiempo considerables, que revierten en trastornos musculares. Por lo que respecta a la última, dado la larga exposición a textos pequeños que fuerzan en demasía partes de este órgano.


Según algunos informes realizados en Estados Unidos por expertos en psicología, el excesivo envío de mansajes de texto puede ser indicativo de algún trastorno mental.


Problemas psíquicos que ocasiona el texting

En principio el texting como tal no es malo. Incluso, bien utilizado, puede ayudar a mantener vivo un recurso como es la escritura. Escribir y explicar a través de letras nuestros pensamientos, ideas, deseos, etc. En una palabra, ensayar con la redacción y la comunicación epistolar. Pero como todas las cosas, el mal uso o lo que es peor el abuso, acaba pervirtiendo las bondades de un adecuado empleo.


Según algunos informes realizados en Estados Unidos por expertos en psicología, el excesivo envío de mansajes de texto puede ser indicativo de algún trastorno mental.


Por su parte el Dr. Jerald Block, destacado psiquiatra, afirma que existen cuatro síntomas que evidencian un desorden mental: el sentimiento de abstinencia, la mejora constante de terminal, un mayor tiempo de utilización y la experiencia negativa de la adicción. Asimismo, atribuye a este trastorno mental una serie de incidentes relacionados, como pueden ser: accidentes por distracción, hostigamiento y acoso por mensajería, problemas de orden social, educativo y laboral, etc.


El enfermo puede acabar perdiendo la realidad del tiempo, descuidando su entorno, olvidando su mundo cercano y real, introduciéndose en una burbuja ajena a la realidad e incluso padecer sentimientos de frustración e ira en momentos de inaccesibilidad que pueden derivar en depresión.


Al final, como ocurre con todas las patologías adictivas, el uso desmesurado de esta forma de comunicación puede derivar en un grave trastorno que requerirá asistencia psiquiátrica o cuando menos psicológica.

 

Pequeño test para determinar el grado de adicción

Contesta estas cuatro preguntas y suma la puntuación -entre [ ]- de cada respuesta.


1.- Cuantos mensajes de texto envías al día.

  1. [0] menos de 10
  2. [3] de 10 a 50
  3. [5] más de 502.-

2.- Cuanto tiempo diario dedicas a escribir mensajes.

  1. [0] menos de 60 minutos
  2. [3] de 1 a 3 horas
  3. [5] más de 3 horas

3.- Cuanto tiempo dedicas a leer mensajes. (personales o de redes)

  1. [0] menos de 60 minutos
  2. [3] de 1 a 3 horas
  3. [5] más de 3 horas

4.- Cuantas horas al cabo del día dejas tu móvil aparcado.

  1. [0] más de 10 horas
  2. [3] de 7 a 10 horas
  3. [5] menos de 7 horas


Si has contestado respuestas por valor de:


  • Menor de 5 puntos. Para ti el texting no representa ningún peligro.
  • De 5 a 9 puntos. Aunque dominas la situación, no estaría de más que pensaras en reducir el tiempo y mensajes.
  • De 10 a 12 puntos. Tu situación empieza a ser preocupante y no estaría de más que consultaras con un especialista médico.
  • Más de 12 puntos. Probablemente no eres consciente, pero tienes una severa adicción y necesitas sí o sí ayuda médica.

J.J. Sants
Licenciado inactivo
Estudioso y aprendiz por devoción
Cronista y articulista por obligación
En exclusiva - Octubre 2015
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