LA TELEFONIA MOVIL
Los inicios
La transmisión inalámbrica nace a principios del siglo XX con la aparición de las primeras emisoras de radio que emiten por medio de ondas eléctricas de alta frecuencia y cuyo mensaje puede oírse sin necesidad de cables a distancias considerables.
A su vez, también la policía y otros servicios de emergencia pueden recibir en sus vehículos los mensajes emitidos desde sus respectivas centrales, aunque en principio no es posible mantener una conversación entre las partes.
Es a partir de los años '40, en plena II Guerra Mundial, cuando aparecen los primeros transmisores-receptores, donde el transmisor está preestablecido en una sola frecuencia mientras que el receptor es sintonizable sobre una gama de frecuencias. Estos radiotransmisores de doble vía son en realidad radios de onda corta que permiten mantener una conversación a distancia sin necesidad de cables.
Primera generación (1G)
Posteriormente, llegado el año 1978 comienza a funcionar un sistema comercial de telefonía móvil, conocido también en sus orígenes como telefonía celular, ya que se basaba en la división en celdas (tipo abeja) que se hacía de la ciudad para la reasignación de frecuencias. Nacía la primera generación de móviles analógicos conocida como 1G
Esta primera generación de teléfonos móviles analógicos se utilizaba exclusivamente para llamadas de voz y sus señales se transmitían mediante modulación de frecuencia.
En un principio las redes tenían una baja capacidad de tráfico, eran poco fiables, con mala calidad de voz y escasa seguridad. Llegados los años '80 el sistema se va perfeccionando, a la vez que va ganando en cobertura y calidad.
En 1985 aparecen en España los primeros teléfonos móviles, todavía de gran tamaño y peso, que suelen instalarse sólo en vehículos y que quedan reservados para la élite empresarial.
A partir de los años '90 estos enormes aparatos, que necesitan grandes baterías, van disminuyendo su volumen y peso, y aparece en el mercado de la mano de Telefónica de España su filial Moviline, quien empezará a comercializar los primeros teléfonos móviles de sistema analógico y de uso personal.
Este sistema analógico ofrece una amplia cobertura a nivel nacional, sobre todo en zonas rurales y espacios abiertos, aunque todavía la calidad de sonido no es perfecta y su seguridad deja bastante que desear.
Segunda generación (2G)
El sistema analógico empieza a perder adeptos con la aparición en 1995 de la nueva generación de telefonía móvil digital conocida como 2G.
Esta segunda generación universaliza e internacionaliza la telefonía móvil bajo el estándar GSM (Global Sistem for Mobile), proporcionando funciones más avanzadas, entre las que cabe destacar la identidad del llamante y la mensajería de texto, conocida popularmente como SMS (Short Message Service), e introduce por primera un sistema puramente digital en la telefonía móvil.
Telefónica de España crea su nueva filial Movistar, quien se encargará de la puesta en marcha y desarrollo de esta segunda generación de redes en España. La comunicación digital mejora considerablemente la calidad de la voz, a la vez que aumenta el nivel de seguridad y simplifica la fabricación de terminales, reduciendo también su tamaño y peso.
En 1996, Motorola presenta un nuevo clásico, el StarTac, que se convierte en el primer teléfono móvil de bolsillo. Es el más pequeño y ligero del mercado con solo 88 gr, dispone de 47 horas en espera y 4 de conversación, aviso de llamada por vibración y su diseño plegable revoluciona el concepto del terminal.
Segunda generación mejorada (2.5G)
Esta segunda generación mejorada (2.5G) es una evolución del estándar GSM y ofrece características extendidas, ya que cuenta con más capacidades adicionales que los sistemas 2G como GPRS (General Packet Radio System). En el fondo es una transición hacia la tercera generación (3G).
La irrupción de Internet a mediados de los años '90, con la aparición de la Word Wide Web, empieza a generar nuevos medios de comunicación e información, que a finales de la década exigen una mayor velocidad (56 kbps hasta 114 kbps) para la transmisión de datos.
En términos técnicos la 2.5G extiende las capacidades del sistema 2G proporcionando características adicionales al GSM (Sistema Global para Comunicaciones Móviles), como el citado GPRS (Servicio General de Paquetes vía Radio), cuya mayor velocidad de transmisión permite utilizar servicios tales como WAP (Wireless Application Protocol), MMS (Servicio de Mensajería Multimedia), correo electrónico y navegación web.
Tercera generación (3G)
La generación 3G se empieza a comercializar en España en 2006 y se caracteriza por la elevada tasa de transmisión de datos, a la vez que ofrece mayor capacidad, lo que la hace apta para la alta velocidad, tanto en la aplicación de datos como para las tradicionales llamadas de voz, dada la conversión de las señales de voz en datos digitales.
El sistema WCDMA, utilizado por esta nueva generación se denomina, usa tecnología de conmutación de paquetes, más eficiente y rápida que la tradicional de conmutación de circuitos.
Aunque en teoría este sistema puede alcanzar una velocidad de 3.6 Mbps y 7.2 Mbps en zonas con cobertura HSPA (High Speed Packet Access), los servicios ofertados hasta la fecha no suelen llegar 2 Mbps. e incluso muy por debajo de 1 Mbps en ciudades no muy pobladas.
Los terminales móviles de esta generación llegan a tal grado de sofisticación que contemplan en sus prestaciones todo lo preciso para tener al alcance de la mano algo más que un microordenador. Desde SO (sistema operativo), navegador web, video llamada, pantalla táctil, agenda multimedia, cámara de alta resolución, radio wi-fi, etc. hasta navegador GPS.
Cada día abundan más las ofertas de tarifa plana que ofrecen los operadores para acceso a Internet, aunque todavía viene limitado por las cantidad de Gb de descarga, lo que imposibilita la descarga de grandes ficheros o el uso continuado de acceso a servicios de TV online.
Cuarta generación - El futuro
La próxima generación (4G) será una red de redes y un sistema de sistemas integrados totalmente, basados en el protocolo IP (Internet Protocol). Las redes 4G actuarán enteramente por conmutación de paquetes IP. Esto se desprende de lo redactado en un informe por la ITU (International Telecommunication Union).
Además las redes 4G deberán de alcanzar velocidades similares a las que se consiguen por fibra óptica y también tendrán que conseguir una completa compatibilidad de servicios y convergencia con las redes fijas.
Ya se están realizando pruebas y las operadoras prevén el lanzamiento de esta nueva generación para 2011, aunque puede que la actual crisis retrase unos años su comercialización.
En cualquier caso el futuro está ahí, a la vuelta de la esquina, y la posibilidad de acceder a Internet a velocidades de hasta 100 Mbps en plena calle, parques o en remotos lugares es seguro que va a revolucionar el mundo la de la telefonía móvil y de las telecomunicaciones en general, tal como hoy las entendemos, con prestaciones y servicios que a día de hoy apenas imaginamos.
Esta futura generación va a representar grandes inversiones por parte de las operadoras, que a nuestro juicio deberán plantearse unas tarifas al alcance de la mayoría de público para garantizar con éxito su rápida y masiva implantación.
© Redacción
Septiembre 2009
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