ABANDONA TU DESODORANTE CONVENCIONAL



Usa un desodorante natural

Un alto porcentaje de los desodorantes que se venden actualmente contienen en su composición sales de aluminio (cloruro y clorhidrato de aluminio) en proporciones que llegan al 25%. Este porcentaje de desodorantes incluye marcas conocidas y también gamas de precios nada baratos.


El aluminio es un elemento químico neurotóxico que se relaciona con enfermedades como la de Alzheimer y la de Parkinson. Existen estudios contrastados que aseveran que las sales de aluminio penetran en la piel y, como consecuencia de ello, pueden llegar a producir tumores. Incluso hay científicos que advierten sobre la incidencia que esto tiene en el cáncer de mama.


En cualquier caso, cada vez es mayor la información negativa que alerta sobre el uso de las sales de aluminio y la mayoría de dermatólogos desaconsejan su uso.


Por otro lado, los consumidores son cada vez más exigentes. Cada día existe una mayor conciencia sobre los productos que usamos y sus ingredientes, de tal forma que se procura una mayor cultura, que redunda en la exigencia de productos lo más naturales posibles.


Por suerte, en el caso que nos ocupa, tenemos opciones alternativas a los desodorantes convencionales que podemos usar sin ningún tipo de reservas y que incluso nos podemos plantear su fabricación casera, dada la facilidad de creación.


Como principal alternativa al desodorante convencional tenemos la “piedra de alumbre”. Es esencialmente un producto natural compuesto al 100% por alumbre de potasio. Este mineral ha sido utilizado desde la antigüedad. Las personas mayores recordarán el uso que hacía el barbero de este producto para aliviar los cortes producidos en la piel al rasurarla. Y es que el alumbre de potasio también tiene propiedades cicatrizantes, antisépticas y antibacterianas.


El uso como desodorante es muy simple. Después del baño o ducha se frota, ligeramente humedecido en agua, sobre la piel durante unos segundos. Su acción nos garantiza protección inodora durante toda la jornada.


Pero no tenemos por qué conformarnos sólo con el exclusivo uso de la piedra de alumbre. Podemos aportar aroma y olor con sólo humedecer ligeramente el alumbre en aceite vegetal, al que hayamos añadido unas gotas de algún aceite esencial, como podrían ser el Arbol  de té o la Lavanda. Una forma natural y sana de proteger nuestro cuerpo de los malos olores.

 


Y, ¿por qué no crear tu propio desodorante?


Otra alternativa al uso de desodorantes convencionales es crear nuestro propio desodorante de manera casera pero eficaz. Un desodorante natural y sobre todo saludable. Vamos por pasos.



Estos son los utensilios e ingredientes que vamos a necesitar.


  • Utensilios: 1 cuchara sopera, 1 cucharilla pequeña (de café), 1 pequeño recipiente o bol para mezclar y 1 varilla o útil para remover.
  • Ingredientes: Bicarbonato de sodio (bicarbonato sódico), arcilla blanca y aceites esenciales (al final incluyo una lista de los más apropiados para este menester)

Lo primero que debes hacer es mezclar dos cucharadas soperas de arcilla blanca con una cucharilla de bicarbonato sódico. Una vez mezclado, separa de esta mezcla 1/3 aproximadamente.


A este tercio añádele unas 10 gotas en total de los aceites esenciales elegidos. Bate bien la mezcla hasta conseguir una perfecta integración. Añade a esta última mezcla el resto, o sea los otros 2/3 y remuévelo todo (utiliza si es necesario una varilla) hasta que obtengas una especie de talco aromatizado.


Una vez bien mezclado vuélcalo sobre un recipiente seco y ya tienes tu desodorante. Un desodorante a modo de talco que puedes usar masajeándolo sobre las axilas.


Estos son los aceites esenciales más recomendables para usar en la elaboración del desodorante:


  • Como antibacterianos (p.ej.): Arbol de té, Lavanda, Mirto verde, Menta piperita, Limón.
  • Antitranspirante (p.ej.): Salvia, Ciprés, Palmarosa, Rosa.
  • Astringente (p.ej.): Geranio, Jara, Bergamota, Eucalipto.


Puedes elegir uno de cada categoría y utiliza la siguiente proporción.


Para verano: 4 gotas de antibacteriano, 4 gotas de antitranspirante y 2 de astringente.


Para invierno: 5 gotas de antibacteriano 3 de antitranspirante y 2 de astringente.


Adecúa la mezcla a tus gustos olfativos y modifica hasta dar con tus preferidos.


Por supuesto, puedes elaborar mayor cantidad de producto manteniendo las proporciones, pero ten en cuenta que los aceites esenciales evaporan con suma facilidad.


Felipe Félix
Naturópata
© Junio 2015
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