LOS SERUMS O SUEROS COSMÉTICOS


Serum, elixir de juventud

Hace ya unos años apareció en el mercado cosmético un producto novedoso que atrajo la atención del consumidor.


Se trataba de un producto, más bien líquido, que prometía unos efectos potencialmente muy superiores a las ya conocidas cremas cosméticas, además de una mayor rapidez en la consecución de los objetivos.


Con el paso del tiempo este tipo de producto se ha hecho imprescindible en el tocador de belleza.

En los últimos años, los laboratorios cosméticos se han volcado en la perfección del producto y actualmente la calidad de los serums ha evolucionado de forma espectacular.


La alta concentración de principios activos, junto a una textura muy ligera, hace de este cosmético un aliado perfecto para tratar y cuidar la piel.  De hecho, esa combinación permite acceder a las capas más profundas de la dermis, lo que potencia los efectos beneficiosos del producto.


Una buena opción para mantener la vitalidad del cutis, tratar los efectos nocivos de los agentes externos y reparar los signos de envejecimiento.


Los serums constituyen de por si una categoría diferenciada del resto de cosméticos clásicos, como pueden ser las cremas. No obstante, su uso viene asociado al cosmético convencional, ya que deben actuar como complemento de ellas.

 

Características de los serums

1.- La principal característica de los serums, o sueros cosméticos, radica en su textura. Esta es licuada, transparente y prácticamente inodora.


2.- Formulación intensiva, con muy alta concentración de principios activos, que provoca una rápida absorción y profunda penetración, con total ausencia de aceites.


3.- Mayor eficacia. Puesto que sus ingredientes activos están altamente concentrados, su eficacia aumenta, obteniendo unos resultados visibles en menos tiempo, en comparación con el de un producto cosmético convencional.


4.- Efecto multifuncional en la mayoría de ellos. Suelen aportar diversos beneficios a la piel, al margen de cuál sea su principal función. (Esto frente a los serums conocidos como “puros” –actualmente una minoría- y que suelen utilizarse en medicina estética y dermatológica)


¿Cuándo y cómo usar los serums?

a.- Con independencia de casos y circunstancias particulares, los serum están indicados para usarse a partir de los 25-28 años. Es en estas edades donde la piel empieza a perder tonalidad y vitalidad, sobre todo en espacios donde queda expuesta a la negatividad de los agentes nocivos externos.


b.- El serum o suero cosmético debe aplicarse previa limpieza de la piel. La piel donde se administrará el serum tiene que estar perfectamente limpia y, por supuesto, desmaquillada. Si no se hace así, se evita que buena parte de los principios activos penetren en la dermis, disminuyendo su efectividad.


c.- Es muy recomendable el uso de exfoliantes. Así, eliminaremos residuos, impurezas y células muertas, facilitando la penetración del serum.


d.- Debemos saber que el serum debe usarse juntamente con nuestra crema habitual. Los sueros cosméticos por si mismos no sustituyen ni evitan el uso de las cremas. Sólo en casos concretos podemos cambiar el producto, como por ejemplo un serum específico para el contorno de ojos.


e.- Por suerte hoy día se dispone de una amplia gama de serums que cubren prácticamente la totalidad de nuestras necesidades. Hay serums anti-edad, anti-arrugas, regeneradores cutáneos, anti-manchas, serums con efecto tensor, capilares,  contorno de ojos, etc. etc.


f.- La mayoría de serum se venden en envases con dispensador tipo airless. En cualquier caso, la cantidad a usar es mínima, del orden de 3 a 4 gotas, bastará. Esto hace muy rentable el producto, pues a pesar de que el precio de este tipo de cosmético es bastante elevado, su duración lo hace asequible a la mayoría de bolsillos.


g.- La forma habitual de uso es aplicar, una o dos veces al día, sobre la zona a tratar unas pocas gotas y friccionar con las yemas de los dedos hasta que se absorba por completo. Después, utilizar la crema habitual de la misma forma que hasta la fecha, teniendo presente que los serums no disponen de filtro solar.

 

Algunos serums puros para cuidados específicos

  • Con vitamina A. Actúa como protector de la capa hidrolipídica. Para la reparación de tejidos y para mantener la piel suave y tersa.
  • Con colágeno. Para reafirmar los tejidos cutáneos, ayudando a sellar los espacios intercelulares. Ayuda a mantener la piel hidratada.
  • Con vitamina C. Con gran poder antioxidante. Protege la piel de los agentes externos.
  • Con péptidos. Para aportar los aminoácidos que necesita el armazón cutáneo y la formación de colágeno y elastina.
  • Con ácido ferúlico. También, potente antioxidante que además protege de la radiación ultravioleta y del foto-envejecimiento.

Montse García
Esteticien y Diplomada en enfermería
© En exclusiva - Agosto 2015
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